imagehab001ico-visor-pqA pesar del escaso tamaño, en su territorio se encuentran representados los principales ecosistemas presentes en Canarias, con excepción del matorral de alta montaña. La vegetación natural se estratifica en altitud y cambia con el decidido contraste climático entre barlovento y sotavento. Siguiendo un recorrido altitudinal, esta secuencia podría caracterizarse de forma esquemática como un cinturón de plantas halófilas en el litoral, seguido hacia el interior por un matorral dominado por especies suculentas (Euphorbia spp.), formaciones esclerófilas arboladas y abiertas con sabinas (Juniperus turbinata canariensis) y luego el llamado monteverde, una laurisilva perennifolia relíctica que pervive gracias a la captación directa de agua que portan las nieblas de los alisios. En la meseta y laderas meridionales se extienden amplias manchas de pinar canario (Pinus canariensis).

Zona litoral

Las comunidades vegetales más representativas de la franja costera se incluyen en un tipo de vegetación muy extendida en las costas mediterráneas (clase Crithmo-Staticeae). En la franja costera herreña, directamente afectada por la brisa marina, se desarrollan formaciones con marcada influencia halófila, integradas por la dama (Schizogyne sericea) y la siempreviva (Limonium pectinatum).

Matorral costero

imagehab004El matorral costero se extiende a lo largo de la franja litoral hasta los 300 m en el norte y los 500 m en el sur. Las condiciones climáticas solo permiten el desarrollo natural de especies que constituyen el denominado tabaibal cardonal, con un mayor protagonismo de las tabaibas “dulce” y “amarga” (Euphorbia balsamifera y E. broussonetii), y apenas de cardón (Euphorbia canariensis) y balo (Plocama pendula). Otra especie frecuente es el incienso (Artemisia canariensis) muy habitual en los malpaíses.

Las comunidades más representativas de tabaiba dulce y cardón se encuentran hoy relegadas a lugares escarpados. Los mejores enclaves de cardonal se localizan en los acantilados rocosos y las laderas de barrancos de la mitad nororiental de la Isla, especialmente dentro de los límites del Paisaje Protegido de Timijiraque.