Galápagos se ha convertido en un "espacio bandera" de la conservación reconocido a nivel mundial. Constituye una ecorregión única, donde los procesos ecológicos y claves están todavía activos y operando con escasa interferencia del hombre, lo que le ha valido el calificativo de "laboratorio natural de la evolución".
La espectacularidad y accesibilidad de su fauna terrestre y marina – con especies tales como la tortuga gigante, el pingüino de Galápagos, el cormorán no volador y la iguana marina, que la han llevado a ser nombrada como “la isla de los animales mansos” – han generado un turismo de naturaleza que, desde hace casi 40 años, constituye una de las principales bases económicas.
La RB de Galápagos fue pionera en el desarrollo de una actividad ecoturística que en la actualidad supone la llegada de unos 170.000 turistas anuales. Las actividades humanas y problemas asociados constituyen un reto para la conservación de este inmenso patrimonio de biodiversidad, reto que requiere nuevos enfoques.
Entre las perspectivas en el estudio de la sostenibilidad de sistemas socio-ecológicos complejos como las Reservas de la Biosfera, se han revelado especialmente fructíferos los modelos de simulación dinámica. Los modelos dinámicos permiten integrar los factores socioeconómicos y ambientales clave para la sostenibilidad y analizar las interacciones y bucles de realimentación que gobiernan el sistema. Se ha elaborado un modelo dinámico cualitativo con los componentes y variables esenciales en relación con los retos para la sostenibilidad de las Islas Galápagos.